Whole Kitchen en su Propuesta Dulce para el mes de septiembre nos invita a preparar un postre clasico britanico: Crumble.
El crumble se prepara como una pasta quebradiza pero sin el agua, por lo que queda como migas o arena. Este metodo de preparar postres se hizo muy popular en Inglaterra durante la II Guerra Mundial, aunque hay platos similares en Alemania y Estados Unidos.
Se puede usar azucar demerara para hacer la mezcla ligeramente crujiente, y para mas textura usar almendras o copos de avena.
La receta es del libro de Nigella Express "Jumbleberry crumble". Es una receta sencilla que se puede preparar con pocos ingredientes de la despensa o del congelador. Confieso que hasta la presentacion es de Nigella, pero es inevitable!
Es una receta para unas prisas, se puede preparar el crumble con antelacion y tenerlo congelado, y como frutas usar frambuesas congeladas. El resultado es espectacular - mirar como queda recien sacado del horno, con ese jugo de las frambuesas cubriendo el crumble!
100 g de harina
1/2 cucharilla de levadura quimica (levadura Royal)
50 g de mantequilla fria, cortada en dados
3 cucharadas (3/15ml) de azucar demerara
Con esta cantidad es suficiente para hacer cuatro tazas como las de la foto. Para prepararla, poner la harina y levadura en un cuenco y mezclar la mantequilla con los dedos hasta que parezca arena gruesa. Mezclar el azucar y guardar en el congelador.
Ingredientes y preparacion por taza:
Mezclar 100 g de frambuesas congeladas con 1 cucharilla de harina de maiz y 2 cucharillas de azucar con unas gotas de extracto de vainilla. Cubrir con crumble preparado anteriormente, e introducir en un horno precalentado a 220 grados durante 20 minutos.
Sevir caliente, con un poco de helado de vainilla y a disfrutar!
Notas:
Si se utiliza un ramekin, las cantidades se dividen por la mitad y el tiempo en el horno es 15 minutos.
No se necesita congelar el crumble, se puede preparar y usar directamente.